De verdad creo que los adultos, como dicen los niños no nos enteramos de nada…y abusamos de ellos.
El abuso no sólo es sexual, el abuso a un menor es meterlo en tu cama para no estar solo cuando estás sin pareja, darle besos en la boca aunque no quiera, es hablar mal de él o ella delante de otras personas sin permiso.
Es pedirle que reparta besos cuando no quiere, que comparta sus juguetes aunque no lo sienta así. Abuso es no escucharle, es comprárselo todo para pagar tu falta de tiempo y tu culpa. Sí, tu culpa, esa de la que huyes tanto.
Abuso es exigirle que haga lo que tú no haces o hacer demasiadas cosas por él porque entonces le quitas su dignidad.
También es seducirlo, hacerle creer que somos los mejores. Mejor que su padre, mejor que su madre. Como dijo un día Alain el niño hace lo que sea para pertenecer…y piensa «si para pertenecer tengo que besarte te beso, si tengo que callarme me callo, si tengo que ser el rebelde lo soy».
Ve a buscar el niño que fuiste tú, ese al que no miras nunca y abandonaste hace mucho tiempo. Encárgate de él. Quizás así tus hijos, los míos y los niños del mundo , puedan tener una infancia feliz.